Originalidad en blanco y negro.

Estamos de acuerdo que sobre gustos no hay nada escrito, es cierto. Cada uno tiene su punto de vista y unas preferencias determinadas. Pero el título que hoy vamos a analizar, Ovivo, desarrollado por Izhard y publicado para consoloas recientemente por Sometimes You, ha conseguido que afloren en nosotros un par de preguntas que apelan a nuestro razonamiento en el campo de los videojuegos.

¿Qué factores son los que llegan a conseguir que un título indie destaque por encima de los demás? y sin embargo ¿Porqué otros títulos indie de también una calidad contrastada se quedan relegados a la etiqueta de “uno más” en la lista?

Dejadme que me extienda sólo un poco más antes de empezar, para sembrar en vosotros la semilla de la duda. Hay algunos juegos indie que están en boca de todos, en muchísimos medios y de los que todo el mundo habla maravillas. Y me sorprende que personalmente algunos de esos juegos no consigan captar mi atención lo más mínimo, y en cambio, hay otros que me dan una bofetada por su increíble sencillez y la fácil adaptación a sus mecánicas, y es el caso que hoy nos ocupa.

Ovivo se podría considerar como un juego de plataformas, en el cual aparecemos como una esfera con una especie de “coleta” en la parte superior y de nombre Ovo. Rápidamente nos viene un recuerdo hacia el personaje de LocoRoco, pero aquí sólo vamos a verlo totalmente en blanco o en negro. Así como también están en blanco y negro los escenarios por donde vamos a ir avanzando y sorteando peligros para ir recopilando unos símbolos, que nos ayudarán a entender la historia en este mundo. De hecho, no vamos a encontrar ni una sola pincelada de color en esta fantástica creación.

Los que ya me conocéis, sabréis que no soy muy hábil a la hora de interpretar las historias que cuentan algunos juegos, y me centro mucho más en la parte jugable, y en alguna ocasión me sorprendo a mi mismo acertando de lleno su significado, aunque son las menos.

En este caso Ovivo, según a mi entender, nos transporta a un mundo donde conviven el Yin y el Yang, el blanco y el negro, entrelazándose y mostrando diferentes caminos por dónde ir avanzando como sucede en la vida misma, dónde para llegar a un mismo destino, puedes utilizar trazados diferentes, utilizando el camino correcto o el lado más oscuro, y con la presencia casi en todo momento de una naturaleza viva que reacciona a nuestro paso. Pero como bien indican sus creadores, la interpretación es libre y depende de cada uno.

La mecánica de juego de Ovivo es extremadamente sencilla. Teniendo como base la gravedad que todos conocemos, simplemente controlaremos a Ovo con el stick para dirigirnos a derecha o izquierda como en un plataformas, y con solo un botón de acción que nos hará traspasar el suelo, para integrarnos en la parte inferior, donde la gravedad nos empujará hacia arriba.

Aunque parezca algo enrevesado, una vez estás jugando es muy sencillo asimilar la mecánica. De hecho en ningún momento el juego te da ninguna explicación de cómo ir avanzando, y lo haremos de manera totalmente intuitiva sin necesidad de ningún tutorial, y veremos nosotros mismos por donde seguir. A modo de ayuda, hay unos pequeños puntos que iremos recogiendo que nos marcan el camino, por si alguna vez perdemos la orientación para saber a dónde dirigirnos.

Por ejemplo, si nos desplazamos lateralmente y llegamos a una zona donde hay un montículo que se va elevando y no podemos saltar para acceder, ya que no hay acción para ello, al introducirnos bajo la plataforma en la que estamos, esa zona elevada pasa a ser una pendiente boca abajo por la que podemos deslizarnos sin problemas.

Esta mecánica la utilizaremos para pasar a zonas desconectadas entre sí, impulsándonos entre el blanco y el negro jugando con la gravedad, para coger velocidad y salir despedidos a nuestra próxima plataforma.

Al empezar tenemos un nivel inicial para desarrollar nuestra destreza a la hora de movernos por el escenario, y a partir de ahí navegaremos por niveles (no queremos desvelar la cantidad, aunque seguro que corre información por ahí) que se irán desbloqueando paulatinamente dentro de unas esferas diseñadas a tal efecto. Cada nivel alberga 3 símbolos que nos irán descifrando el significado de la historia. Aunque puede que nos dejemos alguno por recoger, no es necesario para acabar el nivel. Sin embargo, después podemos volver a rejugarlos para recolectar alguno que nos haya quedado pendiente.

Al acabar cada nivel, la pantalla realizará un zoom y podremos observar el recorrido realizado y por donde realmente hemos estado “paseando”. En ocasiones quedando con la boca abierta de asombro.

Aunque en las descripciones indica que el juego está en inglés, realmente no hay ningún tipo de texto durante el juego, más allá de los créditos al finalizar.

La banda sonora compuesta por Brokenkites, es uno de los factores de los cuales los integrantes de Izhard están más satisfechos según sus propias palabras. En realidad la música es tan agradable, que se funde acoplada junto a la jugabilidad y ambos aspectos funcionan en perfecta armonía durante todo el desarrollo del juego.

Personalmente Ovivo me ha evocado a través de sus niveles, una sensación de mezcla entre Flow y Journey, pero eso, como hemos dicho anteriormente, es una apreciación que debe resolver cada uno por si mismo. Eso sí, este título rebosa una originalidad sorprendente.

Para finalizar queremos puntualizar que teniendo en cuenta de dónde viene este estudio y su juego, y el precio más que asequible al que podemos adquirirlo, no nos queda otra opción que recomendarlo a todos los que os gusten los juegos de este género. Más si cabe, teniendo en cuenta que fueron ganadores de la competición Imagine Cup de Microsoft en la sección de juegos en el año 2015, pudiendo llevar a cabo su sueño, y que así nosotros podamos disfrutarlo hoy.