Análisis Horizon Zero Dawn (PS4)

El nuevo despertar de la humanidad

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Vamos tan agachados que podemos sentir la hierba rozando nuestras mejillas, con pasos lentos, acompasados, sin hacer ruido. La máquina no se ha percatado de nuestra presencia, la observamos, buscamos sus puntos débiles, nos aseguramos de que estamos solos, que nada se interpondrá en nuestro objetivo. Nos preguntamos si esto es lo que los chicos de Guerrilla Games esperaban que sintieramos, el ansia por la caza, el instinto de supervivencia, la ley del más fuerte o del más inteligente. Nos centramos en observar los detalles sublimes que han conseguido imprimir en su nuevo título y no nos queda más que descubrirnos ante semejante acontecimiento en forma de videojuego.

Y es que, hasta el momento, esta compañía subsidiaria de Sony Computer Entertainment, encargada del desarrollo de videojuegos y con sede en Amsterdam, Holanda, apenas había realizado juegos de una sola franquicia, pues tras su primer juego, Shellshock: Nam ’67, se centraron en hacernos repeler la invasión Helghast en su afamada licencia Killzone, a la que han dedicado más de diez años de su vida como estudio, con un total de seis juegos, con tres entregas canónicas.

En este nuevo paso de sus carreras se han decantado por abandonar la sensación oscura y lúgubre que transmitían sus anteriores creaciones para dejarnos entrar en un mundo que perfectamente podría pasar por cualquier época de un pasado remoto, para descubrir que los pasos que andamos, por el inmenso mapeado, transcurren en un futuro en el que las máquinas han pasado a ser el primer escalón de la cadena trófica. Mientras los seres humanos han dado un paso atrás en su evolución natural para dejar de ser los máximos depredadores y ocupar el lugar de sus presas.

Una guerrera para unirlos a todos

Encarnando a Aloy, una joven apartada de su tribu desde su nacimiento, por causas que no os vamos a revelar, tendremos que desentrañar más de un misterio mientras comenzamos a relacionarnos con el entorno que nos rodea.  El rechazo que provocamos, por ser una paria, a los pobladores más cercanos a nuestro apartado hogar, marcará un punto de partida que nos llevará a recorrer un mundo increíblemente detallado en el que tendremos la oportunidad de conocer a miembros de otras tribus e ingenios mecánicos a cada cual más peligroso, llegando incluso a visitar grandes asentamientos a medida que avanzamos en el juego.

El carácter de Aloy se ha forjado durante sus años de niñez y pubertad, tomando tintes de rebeldía, de no seguir normas que le parecen absurdas, necesitada de la proximidad de una comunidad que le ha sido negada, consciente de la importancia de aquellos que aun mantienen trato con ella, aunque sea mínimo. En nuestros primeros momentos en la aventura aprenderemos lo más básico de manos de Rost, el hombre que se ha encargado de su crianza y educación, todo a modo de un extenso tutorial que no desentona en ningún momento gracias a su potencial narrativo.

Ir más allá, en cuanto al argumento en sí, sería estropear parte de la experiencia por lo que desde GamElegant no os vamos a contar nada más relativo a ello. El juego se desarrolla a medida que vamos cumpliendo dos tipos de misiones, las principales, donde vamos conociendo la historia que los guionistas han tenido la deferencia de contarnos, y las secundarias, en las que podremos echar una mano a aquellos personajes no jugadores que reclaman nuestra ayuda en diversos momentos. Desde muy pronto vamos a tener diferentes tareas a realizar y podremos elegir el orden en el que las llevaremos a cabo, teniendo incluso un indicador del nivel más apropiado para enfrentarnos a determinados retos.

El camino a la perfección

Horizon Zero Dawn es una aventura de acción de mundo abierto en tercera persona, con importantes rasgos de RPG e incluso de sigilo. Además es un juego exclusivo de PlayStation 4, seguramente uno de los más esperados a lo largo de este año 2017. Esa expectación podía haberle pasado factura pero Guerrilla Games nos ha entregado un título bastante bien optimizado y sin fallos grandes apreciables.

Nada más empezar nos daremos cuenta de la necesidad de aprender a sobrevivir en este peligroso mundo. Combatir será nuestra primera lección pendiente y poco a poco sabremos sacarle partido tanto a las armas como a las diferentes habilidades que iremos desbloqueando. El árbol de habilidades se reparte en tres zonas diferenciadas, Merodeadora, Valiente y Recolectora. La primera de ellas beneficiará sobretodo nuestra facilidad para el sigilo y los ataques por sorpresa, la segunda potenciará nuestros ataques y la tercera nos procurará mejoras en cuanto a nuestra capacidad de gestionar recursos.

Como buen juego de rol que se precie iremos aumentando nuestro nivel, hasta un máximo de 50. Cada vez que lo incrementemos se añadirán diez puntos de vida a nuestra barra de salud y además ganaremos un punto para gastar en las habilidades. Ganaremos experiencia a medida que vayamos completando todo tipo de misiones.

En nuestro periplo por este maravilloso mundo, plagado de detalles, nos encontraremos con personajes, de lo más variopintos, de diferentes tribus. Nos encontramos ante un pequeño universo repleto de matices y rico en trasfondo pues la religión y la política son argumentos utilizados de forma constante en el juego. Tendremos a tres tribus que basan sus gobiernos en formas diferentes, creen en sus propios dioses y mantienen un equilibrio entre el respeto y la rivalidad. Las tribus Nora, Carja y Oseram quedan representadas y diferenciadas por ropajes, cortes de pelo o diferentes actitudes frente a la vida que ha quedado tras la catástrofe.

Mientras todo se desarrolla a nuestro alrededor no debemos olvidarnos de otra de las bases del juego, la economía. La moneda del juego son las esquirlas y nos van a servir desde un uso meramente comercial en la compra de armas, u otros objetos, a los distintos comerciantes que vamos encontrando, a la fabricación de la munición que emplearemos en arcos, hondas o aturdidoras. La recogida de diferentes materiales y suministros resultará vital para la curación de nuestra protagonista así como una fuente de objetos con los que poder fabricar nuevos elementos.

Aquellos locos cacharros

Cuando recorremos las vastas extensiones de terreno que conforman el mapa del juego no dejamos de encontrarnos con rebaños y agrupaciones de los enemigos mecánicos que no van a dejarnos respirar ni a sol ni a sombra. El uso del sigilo, la utilización de rutas alternativas e incluso correr o trepar a superficies elevadas nos librarán de más de un susto. Aunque algunas de estas bestias incluso se asustarán de nosotros en un primer momento, no es conveniente confiarse ante ellas pues sus ataque pueden resultar letales. Vamos a tener que recurrir a una combinación de ataques a distancia con ataques cuerpo a cuerpo con nuestra lanza para poder deshacernos de ellos.

Los enemigos más básicos, pero no por ello poco peligrosos, son los vigías, unas creaciones que en su movimiento recuerdan lo que hemos visto en el cine sobre los velociraptores de las películas de dinosaurios. Son los encargados de alertar a resto de engendros que tienen cerca de la proximidad de nuestro ataque por lo que es recomendable eliminarlos primero tratando de no hacer mucho ruido. Galopadores, chatarreros, pastadores o recolectores suelen estar agrupados y su caza e incluso adiestramiento (pirateo) puede resultar una delicia. Sin embargo nos encontraremos con verdaderos depredadores como los dientes serrados o los corruptores que nos pondrán las cosas bastante más complicadas. En total el juego nos ofrece hasta veintiséis tipos diferentes de enemigos mecánicos.

Por el contrario los enemigos humanos quedan un tanto descafeinados en la comparación y apenas representan un reto, a pesar de existir algunos de ellos que vienen a ser una especie de supersoldados, que incluso contarán con armas de fuego. Normalmente nos encontraremos con bandidos de poca monta, aunque Horizon Zero Dawn nos reserva algunas tramas que nos llevarán a enfrentarnos con otros personajes de carne y hueso que no querrán que resolvamos algunos misterios.

Pero no toda la tecnología presente en este futuro distópico tiene que estar alojada en el bando contrario. Desde muy pronto nos encontramos con un importante hallazgo que va a facilitarnos nuestro devenir en este mundo salvaje, el foco. Se trata de una herramienta fundamental que, en forma de triángulo alojable cerca del oído, nos hará beneficiarnos de una pequeña dosis de tecnología proveniente de un pasado más desarrollado.

El foco nos va a permitir poder ver los puntos débiles de los enemigos, sus rutas de patrulla o incluso nos va a facilitar la apertura de puertas en lugares donde aún quedan restos de la sociedad pretérita. Su uso ralentizará los movimientos de Aloy y no va a dejar que podamos disparar con fluidez y darle uso al mismo tiempo. El foco también nos va a permitir fijar blancos e incluso seguirlos aunque tengamos una pared de por medio. Toda una ventaja cuando nos estamos jugando el pellejo.

Jugando en PS4 Pro

Visualizar todo aquello que Horizon Zero Dawn nos propone se convierte en un verdadero espectáculo. Nosotros lo hemos podido disfrutar en una PlayStation 4 Pro con televisor de resolución 4K y HDR y las palabras se quedan cortas para definir la sensación que deja el cuidado y mimo con que Guerrilla Games ha tratado a su criatura. Para deleitarnos con unas texturas, iluminación, efectos de partículas y todo lo imaginable, en grado superlativo, han hecho uso de un motor gráfico de creación propia que ya utilizaron en Killzone Shadow Fall, aunque han tenido que adaptarlo a las necesidades de un juego de mundo abierto. Este motor gráfico recibe la denominación de Decima Engine y gracias a él hemos podido disfrutar de una representación de la naturaleza, con una vegetación muy realista, y unas animaciones faciales que hacen reconocibles a cualquiera de los personajes secundarios del título, no hablemos ya de los principales. Por el contrario peca de mostrar el fondo de los escenarios con una neblina que sin ser molesta colabora a no necesitar una mayor potencia de procesado.

Además, se aprecian ciertas irregularidades en las conversaciones que mantenemos, con algunos saltos de cámara que incluso llegan a entrecortar los finales de algunas frases. Nada grave pero que ha quedado un poco más deslucido dentro de un trabajo impecable. El framerate se mantiene muy estable a 30 fps, sin notar en ningún momento ralentizaciones, lo que dice bastante de la buena optimización que han hecho del videojuego. La iluminación también destaca y nos deja detalles como los rayos de sol penetrando entre las copas de los árboles, en amaneceres y atardeceres, así como la luz reflejada de la luna, que ilumina de forma tenue por la noche.

Mención especial merece todo lo relativo al apartado sonoro de la propuesta pues se nota el especial cariño que ha recibido tanto en voces como efectos o banda sonora. El doblaje del juego cuenta con voces en castellano y para las más de 25.000 lineas de diálogo con las que cuenta Horizon Zero Dawn nos encontramos con actores de renombre, destacando con luz propia la genial interpretación que Michelle Jenner hace de Aloy. Además contamos también con Dafne Fernández que se encarga de poner voz a Beladga, una cazadora que cruzará su camino con la protagonista principal. La música del juego acompaña perfectamente con piezas instrumentales de bella factura.

Las cinemáticas, que llevan el peso de la narrativa, están realizadas con el propio motor del juego y muestran una calidad impresionante, estando repletas de detalles. Los personajes resultan del todo creíbles en el papel que les toca interpretar y ayudan a dar una ambientación brutal al conjunto de la propuesta. Todo queda enlazado a la perfección y aunque en algunas fases pueden suponer una interrupción del ritmo jugable, sobre todo en las primeras secciones, son de agradecer por la cantidad de información que van ofreciendo sobre el entorno que nos rodea y los fundamentales valores de producción que Guerrilla Games ha llevado a cabo.

En la variedad está el gusto

Un detalle que percibimos, desde un primer momento, es la sensación de encontrarnos en un mundo vivo, donde el tiempo transcurre y suceden todo tipo de fenómenos climatológicos. Los días tienen sus ciclos de luz y oscuridad mientras vemos llegar la lluvia que oscurece el sol o incluso soportamos copiosas nevadas cuando transitamos por zonas más elevadas. Un clima dinámico que ayuda a una mayor inmersión en el juego.

Por el mapeado iremos encontrando hogueras de forma habitual. Allí podremos guardar nuestras partidas, bien como guardado rápido o en nuestro archivo de juego. Es recomendable guardar con frecuencia pues no sabemos lo que podemos encontrar después del siguiente risco. Las hogueras las iremos descubriendo cuando pasemos cerca de ellas, y no se encuentran sólo en los asentamientos humanos, pasando a ser visualizadas en nuestro hud o en el mapa.

Las conversaciones en Horizon Zero Dawn serán una parte importante pues además de permitirnos ampliar nuestros conocimientos sobre las misiones a cumplir también nos resultarán de utilidad a la hora de tomar pequeñas decisiones sobre como interrelaccionarnos con algunos personajes. Las preguntas o respuestas se pueden elegir de una rueda que nos recuerda poderosamente al sistema empleado en los juegos de la franquicia Mass Effect.

Además, desde el menú de pausa, podremos acceder a la opción de elegir como preferimos que se comporte el juego desde un punto de vista técnico. Se denominan modos de reproducción, teniendo por un lado la opción de decantarnos por el rendimiento y por otro la que da prioridad a la resolución. En PS4 Pro apenas se nota una mejora en la fluidez del juego, debido a la ya mencionada buena optimización que han hecho. Lo que si se aprecia es una menor carga gráfica en la opción que prima el rendimiento.

El arco, la flecha y la lanza

Respecto a la jugabilidad nos encontramos con una intuitiva forma de combate que nos permite alternar de forma rápida entre los ataques a distancia y cuerpo a cuerpo. Cambiar de arma también se hará de forma óptima mediante un menú rueda que al sr desplegado ralentizará la acción para poder elegir una de las cuatro armas que llevamos seleccionadas, algo que agradeceremos en medio de un árduo combate en el que incluso podemos quedarnos sin munición y necesitaremos crear más. La posición de la cámara en el juego puede resultar un poco incómoda. En principio por la cercanía respecto a Aloy y durante los combates porque una vez nos sobrepase un enemigo lo perderemos de vista hasta que giremos la cámara buscando a nuestro objetivo.

La duración de la aventura está muy por encima de la media para un juego que basa su principal virtud en la narración de su historia. Recordemos que el juego no tiene modos multijugador y que lo centra todo en la experiencia para un solo jugador. Para llegar al final tendremos que invertir entre veinte y veinticinco horas, pero si queremos ver todo lo que el juego puede ofrecernos nos iremos a una cantidad de tiempo superior a las cuarenta horas.

La diversión en Horizon Zero Dawn está garantizada e incluso las tareas secundarias dan variedad a las misiones principales. Podemos encontrarnos con la liberación de campamentos de bandidos, la sanación de zonas corrompidas repletas de peligrosos enemigos o las tareas de caza que se nos ofrecerán en diversos territorios. Tanto si queremos ir a saco como si preferimos el sigilo, el juego nos ofrece múltiples opciones para hacer del viaje de Aloy una gran experiencia, sin perder la esencia de tensión ante cualquier encuentro que pueda resultarnos fatal.

La dificultad ha sido bastante ajustada ya desde los niveles más bajos. El juego nos permite elegir entre cuatro niveles de dificultad que van de fácil a muy difícil, en función del reto que más se ajuste a nuestros gustos. Ni siquiera cuando alcancemos los niveles de desarrollo superiores estaremos exentos de mantener un combate sencillo, las máquinas cuentan con una IA muy desarrollada y la mayoría de los enemigos están capacitados para producirnos bastante daño.

Guerrilla Games ha acertado con la tecla a tocar y ha creado un importante referente para posteriores trabajos de la compañía. Ya están valorando continuar con nuevos videojuegos basados en este nuevo universo representado en Horizon Zero Dawn e incluso convertir a Aloy en un personaje del que sigamos hablando en los años venideros. Si van a seguir en esta linea ya pueden ir contando con un nuevo adepto entre sus filas.

Positivo:

+ Un mundo abierto repleto de vida en el que perderse por placer para contemplar las maravillas de su apartado técnico.
+ Los combates contra enemigos superiores y la caza sigilosa de cualquier presa.
+ Aloy y lo que representa, es una heroina en potencia y con un doblaje al castellano perfecto.

Negativo:

– La neblina en segundo plano que empaña las vistas.
– Algún pequeño desajuste que nos juega la cámara en los combates.
– Errores mínimos en las conversaciones con otros personajes.

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2 comentarios

  1. Dios… me has dejado con un hype tremendo. Que bien lucen las imágenes….
    Muy buen análisis @Joshua1975, después de leer tu review está claro que el juego será recordado durante años.

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  2. Muy buen análisis para el que parece ser un gran juego. Ya me esta entrando el ansia por jugarlo.

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